Miro y vuelvo a mirar pero mi reflejo no cambia
¿Cuántas veces lo habré visto? ¿Cuántas veces lo habré repetido?
Nada tuvo sentido, mi reflejo siempre estaba en el mismo personaje. Ese personaje sin valor a afrontar las cosas, incapaz de terminar nada y deseando que nada termine. Inmerso en su mundo, ese mundo perfecto en el que los sueños se mezclan con las realidades y nada le puede dañar.
Pero cuando despierta de aquel maravilloso mundo solo se puede sentir seguro en aquella pequeña y oscura esquina donde nadie le puede encontrar y nada le puede dañar.
Siempre pensando en los demás, y nunca pensando en él.
Hacía tiempo que había olvidado todo esto, lo que realemente me identifica como un ser indefenso que no tiene poder para nada, ni siquiera para consolarse el mismo. Ultimamente me hacía creer que lo tenía todo el mis manos, jugarselo todo a una mano que saldría vencedora, pero me he dado cuenta que no siempre es posible ganar.
Pienso y vuelvo a pensar a donde quiero llegar, pero camino y no llego a ninguna parte, un gran muro me impide el paso y no puedo evitarlo, lo intento pero no desaparece.
Escuchando... Engel - Cien hadas