Todo se acabó, pero se acabó con una sonrisa en mi rostro

Me he convertido en lo contrario de lo que tenía que ser. Regalaba sonrisa tras sonrisa a gente de la cual desconocia hasta su nombre, pero no me importaba.

Todo a empezado después de una expeluznante mañana en la cual no me tenía en pie después de la falta de sueño de los últimos días repletos de examenes. Nervios y más nervios, necesitaba gritar lo más alto posible! Uff después de 2 eternas horas de examen por fin soy libre. Me da tiempo a visitar a unos amigos, cambio de planes: todo se acabó. No soy una borde y decidí cambiar de rumbo, después de varios intentos para que se atreviera a decir esas tres palabras las dijo. No comprendía como podía saberlo, pero lo sabía. Tal vez él era todo lo que yo hacía en esos momentos.
De nuevo a clase, pero quién diría que después del final una amplia sonrisa resplandecería en mi rostro y hermosas canciones por mi boca. La gran sonrisa llegó hasta ese chico con el que nunca había mantenido una conversación, conseguí que ese rostro dormido despertara con gran dulzura, unas palabras bonitas son todo lo que hacen falta para que el resto del día cambie. Un maquinista se ofrece a acompañarme, hablamos, reimos y decimos todo aquello que siempre había sido un tema tabú. Directa a la locura más grande y que nadie entenderá, salgo con ella y una gran sonrisa.
Se escucha a mi lado... y un perro tonto... frase que me pareció graciosa y me paré. Greenpeace, propio de Sol, me aborda y me empieza a hablar; no consigue convencerme, pero estuvimos más de 10 minutos hablando, en los que nos dió tiempo hasta a comentar libros, a reirnos y a que continuaran de risas él y un amigo que les quedaba un largo trayecto esta tarde; al no descubrirle mi nombre se despidió con un Adiós Maria... una sonrisa inocente salió de mi rostro y conteste, no acertaste, mi nombre no es Maria, otra sonrisa inocente se pudo observar en su rostro y continué mi camino.

ESCUCHANDO... Nosotrash - Poupee de cire, poupee de son