Según Platón...

... existen dos mundos: el mundo de las ideas y el mundo de las cosas. Nos dice que el mundo de las ideas es aquel que no somos capaces de ver, solo se puede captar mediante la razón; mientras que el mundo de las cosas es el mundo sensible que captamos a través de los sentidos, por otra parte nos dice que es una copia defectuosa del mundo de las ideas. Hasta aquí todo es sencillo, pero mi problema empieza cuando esos mundos se presentan ante mi y no se diferenciarlos.
La casualidad me ha llevado a encontrarme con una "copia" mia, no fisicamente claro está. Primero guardando la compostura pretendiendo parecer una persona interesada en esa clase que no infundia en mi el más mínimo interés, hasta que por fin la clase llegó hasta un desvario extremo en el que no pude contenerme. A mi lado está una chica a la que jamás había visto cuando de repente esos desvarios llegaron a tal punto de entablar una conversación. Era una persona a la que habían confundido conmigo, pero solo por el nombre. Conversación tras conversación me hacían ver todas aquellas extrañas coincidencias casi ilógicas. Al final terminamos en pleno Madrid hablando y delirando durante una hora buscando el absurdo de la vida.
Y mi pregunta es: ¿cuál pertenece al mundo de las ideas y cual al de las cosas?

Dimito!

Hacia mucho tiempo que no lo decía pero dimito, dimito y dimito.
Si eso es, dimito de la vida, de las clases, de estudiar, de las enfermedades... dimito de todo lo que se os pueda ocurrir.
Estoy cansada, no me da tiempo a hacer las cosas y me aburren pero aún así tengo una conciencia demasiado grande que no me permite abandonar todo.

Solo me consuela que me gusta el 2, dos meses, dos ojos, dos manos...

La marcha del ente

Pues... si... A una semana de los examenes soy incapaz de estudiar, no porque sea una incompetente (que no voy a negar que no lo sea) sino porque hay algo que me va persiguendo.
Andando por la calle miré hacia atrás disimuladamente y allí estaba, se oculto tras de mi fugazmente, pero no lo suficiente. Recuerdo que era negro, casí gaseoso, muy pequeño y a simple apariencia inofensivo. Rependinamente un gran estruendo le asusto y se ocultó en mi oido, ahí permanece haciendome la vida imposible.
Hoy tras un intento fallido de huida por parte de aquel ente he ido a aquel sitio que tanto tiempo llevaba sin visitar, aquel lugar donde está todo el mundo mirando cabeza abajo buscando algo que no se encuentra en el suelo y las personas con bata blanca que siempre van con prisas. Una de aquellas personas de bata blanca me ha dado una pequeña poción, con un olor poco agradable y no mucho mejor su sabor, pero tal vez eso le de fuerzas al pequeño ente para salir.

Presentación de la pequeña Dopey

En casa tengo ese huequecito que siempre uso para estudiar. En él todos los días me espera mi pequeño duendecillo con cara sonriente y dando pequeños saltos para que se convierta en un sitio mucho más agradable.
Hoy, después de horas hablando sin decir palabra, hemos querido poner un nombre al nuevo inquilino de mi mesa, un habitante al que prometo cuidar y que crecerá hasta su independencia. Rapidamente la conversación se convirtió en grandes desvarios en los que estaban los enanitos en su mina, Dorita en su camino amarillo y el Principito el Asteroide B-612.
Definitivamente tras muchos desvarios el nombre de mi querido Poto va a ser el de uno de los Seven Dwarfs (por supuesto son los siete enanitos): Dopey, Grumpy, Doc, Happy, Bashful, Sneezy y Sleepy. El nombre ganador es ¡DOPEY!, decidido por aquella chica que vino hablando ingles y por lo tanto la más apropiada para decidir el nombre de mi pequeña plantita porque dope es marihuana y alguien que es dopey es que esta siempre fumado.