Un pajarillo en su jaula

Después de una de esas maravillosas mañanas que consiguen evadirte de la realidad vienen los momentos que preferiría no vivir.
Por la mañana junto a Hada Gris un cambio radical después de 1 hora en la biblioteca: Parque del Retiro con patines, mucho sol, mucho cansancio... pero al fin y al cabo jamás volvería atrás en el tiempo para quedarme en la biblioteca.
Hora de comer, no me dejan comer en la calle tirada en el cesped. Entro en estas 4 paredes de las cuales no he vuelto a salir. Necesito salir, no puedo leer el libro, no soy capaz de estudiar en estos momentos; una tarde enfrente de un libro sin haber leido un solo parrafo. Pensando, pensando y pensando... nada peor podría haber hecho. Junto piezas y más piezas y me doy cuenta de por qué hará poco menos de un mes hice lo que hice, sin realemente buscarlo. Le encontré el sentido, se lo que buscaba y no buscaba, un puro capricho que no sirvió para nada, solo para aguantar un par de días más en la realidad, sin ser capaz de volar, de desaparecer.
Dentro de poco desapareceré, sin dejar rastro, durante un día, una tarde, no mucho tiempo, nadie lo notará, solo yo. Es facil encontrarme, el mismo sitio cada vez que necesito desaparecer me espera, un sitio cada vez más concurrido, pero aún así es mi sitio y puedo pensar sin miedo, vivir en una pelicula, en mi pelicula, por unas horas.