The Postal Service

Todas los desvarios de una joven de 21 años que no sabe como llevar el día a día. Muchas veces pensando y otras veces actuando.

jueves, junio 29, 2006

Los misterios de una biblioteca

Los lugares más inesperados son aquellos en los que más sorpresas te puedes llevar y pueden dar un pequeño vuelco a la rutina.
Durante los últimos días de exámenes decidí ir a la biblioteca a estudiar, ya que si me quedaba en mi casa aquella pequeña fuerza que me llevaba a estudiar desaparecía al instante.


Todo empezó cuando por una extraña razón mis nervios me llevarón a una gran discursión con mi madre y me fui con mi hermana a la biblioteca. En frente tenía una chica que no aparentaba más edad que yo, nada del otro mundo. Poco a poco fui descubriendo que aquella chica callada estaba estudiando para Selectividad, incluso llegué a saber a que asignaturas se iba a presentar. Tras varios días motivandonos la una a la otra para aguantar allí las 6 horas que estabamos día tras día algunas palabras se cruzaron. No fueron muchas y ninguna importante. Llegó Selectividad y no la volví a ver.
Hoy cuando volvía de Chueca una cara conocida estaba subiendo por las escaleras del metro. Era conocida pero no conseguía saber de que. Por fin, una imagen apareció en mi cabeza, estaba sentada delante mio, era la chica de la biblioteca. Varias miradas, caras conocidas que jamás se conoceran.

También la biblioteca me llevó a otra historia paralela, a una cara conocida que si que puede que llegue a conocer. El nombre de ese lugar fue publicado en el Blog, y un pequeño comentario me indicó la casualidad. Una nueva inquilina del Blog vivía en las proximidades, al poco tiempo la conocí. Yo zapatillas naranjas; ella zapatilla roja y zapatilla negra.

3 Comments:

Blogger Griada said...

¿Te molan las chicas de la biblio?
Jajajajajaaa. Prometo no meterme en medio, jajajjaajja.

30/6/06 12:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buff... la biblioteca, yo nunca puedo ir a la de mi ciudad. En epoca de examenes me escapé para estudiar ya que en mi casa estaba mi sobrino de 3 años, era imposible estudiar! En fin, llegué allí y a parte de que estaba llena, conocía a la mitad de la biblioteca. En vez de ir a estudiar fui a pasear y a saludar. Al día siguiente decidí que iria a la biblioteca de la ciudad de al lado (donde yo iba al instituto). Mi sorpresa fue ver que volvía a la rutina: saludos por aquí, besos por allí.

Conclusión: si tengo que estudiar en la biblioteca debe ser la de la universidad. Que aunque conozca a la gente y hable con ellos por lo menos hablo de la materia a estudiar!

Bexitos a todos!

30/6/06 1:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Te imagino en ese lugar y todo lo que llegaste a descubrir de ella y tienes razon cuantas caras hay que nunca conoceremos. Cada persona un mundo dicen por alli.. sera que hay un destino que guia que personas deben o no conocerse...

30/6/06 9:08 p. m.  

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