¿Manías? ¿Casualidades?
Yo y mi manía de ver los créditos hasta el final, quién sino. ¿A quién se le ocurriría quedarse mirando fijamente y con mayor atención que el resto del tiempo a la pantalla cuando aparecen los créditos? A mi, está claro, luego pasa lo que pasa... Si estás en la filmoteca tus amigas te miran y piensan que te has quedado totalmente empanada con los ojos abiertos, si estás en el cine encienden las luces y todo el mundo se va sin dejártelos ver e incluso en algunos casos han llegado a cortarlos y en casa muchas veces han sido eliminados de raíz...
Quizás todo esto viene por los créditos de la película de ayer, Juno, una película que llamó mi atención desde el primer momento y, situación extraña, estaban los créditos. A pesar de no estar sola tenía que respetar la tradición, salieron y allí estaba yo leyendo nombre tras nombre al compás de la música, una música que me encantó durante toda la película y, para mi sorpresa, allí estaba, esa canción, aquella canción, si, esa que tantas veces he escuchado, esa de aquel niño que me pasaron y que investigué hasta conseguir más canciones suyas, si, exacto, Antsy Pants, no puede ser cierto pero allí estaba, él sonaba y yo leía. No pude evitarlo tuve que acordarme de ella y desee llamarla para contárselo, pero ya no podía era muy tarde, tardísimo y todos los sitios estarían cerrados.
1 Comments:
Hola Ninfa: si lees en realidad todos los créditos es una buena señal de intelectualidad. Te gusta el cine y la música. No abundan jóvenes con esas cualidades. Un abrazo. H.
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