Mi pequeño telegrama

El cargo de conciencia ya está pudiendo conmigo, no es posible que esté tanto tiempo sin decir nada, guardando silencio,es el momento de romper este tiempo y daros una explicación. La explicación sencilla, los examenes pueden conmigo y poco a poco van cogiendo cada segundo de mi tiempo.

Reconozco que han pasado muchas cosas que me hubiera gustado contar, pero ya no es el momento. Solo se que la calma se va apoderando de mi, el sonido que hacia hoy el viento ha conseguido calmarme hasta un punto inimaginable, estoy tranquila, pienso en todas las cosas que me gustaría hacer y por supuesto hago listas, millones de listas con todas aquellas cosas que quiero hacer y no quiero olvidar.

Año nuevo vida nueva

Otro año más, la gente se llena de propósitos mientras que yo simplemente despido todos esos buenos y malos momentos. Los buenos me producen una sonrisa, y los malos me hacen recordarlos para no olvidarlos, incluso podría decir que no son malos sino simplemente dolorosos.
Cierro los ojos y me olvido de todos ellos, como si el mundo desapareciera por unos instantes, no quiero alterar la "felicidad" de la navidad solo me doy la vuelta y camino hacia un lado que siempre esta desierto y me deja tranquila.

Hay dos cosas que no quiero olvidar, una mala (o extraña, todas esas cosas que a lo largo de mi vida me van persiguiendo) y una buena.