I will never love you more
Ella nunca había dejado de mirar. Solo lo había intentado. Lo dejaba pero siempre volvía. No podía evitarlo. Cuando era muy feliz. Cuando era muy desgraciada. Siempre. Miraba y buscaba esa melodía. Donde todos decían que había ruido allí estaba ella. Mirando. Sin pestañear. No quería perderse nada. Siempre que había alguien con una guitarra allí estaba ella. Siempre que alguien cantaba mal ella sonreía. No existía mejor melodía. Canciones pegadizas. Una tras otra.