Quien no tiene una meta no gana

Resulta absurdo caminar por las calles y pasar desapercibido. Mucho más complicado ir en un metro abarrotado de gente y parecer que no hay nadie alrededor.

El metro tiene algo, además de gente, que consigue desviarme y cambiar mi forma de pensar. Hace que mi cabeza refleje exactamente 28 años, algo bastante infame. Me reta a cada instante, me trata como una artista embaucada por un trance transitorio en el que se refleja la obra que posteriormente tiene que reconstruir.

Quizá ser comunicadora no sea lo suyo. Quizá sea una escapatoria a la sociedad. Especializarse en animación o 3D es lo que pretende. Llenar una habitación con fragmentos, montajes, cortometrajes e incluso películas que nunca serán vistas sea su meta.
¿Extravagante? No lo creo, será algo que pocas personas podrán ver. El primer Mini-DV que formará esa colección ya está disponible para no ver la luz.

Un 50, ni más ni menos.

It's sad when your boyfriend tells you to...