Los misterios de una biblioteca

Los lugares más inesperados son aquellos en los que más sorpresas te puedes llevar y pueden dar un pequeño vuelco a la rutina.
Durante los últimos días de exámenes decidí ir a la biblioteca a estudiar, ya que si me quedaba en mi casa aquella pequeña fuerza que me llevaba a estudiar desaparecía al instante.


Todo empezó cuando por una extraña razón mis nervios me llevarón a una gran discursión con mi madre y me fui con mi hermana a la biblioteca. En frente tenía una chica que no aparentaba más edad que yo, nada del otro mundo. Poco a poco fui descubriendo que aquella chica callada estaba estudiando para Selectividad, incluso llegué a saber a que asignaturas se iba a presentar. Tras varios días motivandonos la una a la otra para aguantar allí las 6 horas que estabamos día tras día algunas palabras se cruzaron. No fueron muchas y ninguna importante. Llegó Selectividad y no la volví a ver.
Hoy cuando volvía de Chueca una cara conocida estaba subiendo por las escaleras del metro. Era conocida pero no conseguía saber de que. Por fin, una imagen apareció en mi cabeza, estaba sentada delante mio, era la chica de la biblioteca. Varias miradas, caras conocidas que jamás se conoceran.

También la biblioteca me llevó a otra historia paralela, a una cara conocida que si que puede que llegue a conocer. El nombre de ese lugar fue publicado en el Blog, y un pequeño comentario me indicó la casualidad. Una nueva inquilina del Blog vivía en las proximidades, al poco tiempo la conocí. Yo zapatillas naranjas; ella zapatilla roja y zapatilla negra.

Tal vez...

Quiero un cambio en mi vida, mejor dicho, necesito un cambio.
Tal vez desaparecer, cortar con el pasado. Pero eso no funciona, escribir cartas en las que decir tantas cosas para luego no tener el valor suficiente de entregarlas. No quiero cortar con el pasado, y más aún sabiendo que el pasado solo va a durar un año más que luego se rompera el solo sin posibilidad de evitarlo.
O quizá necesite a alguien pendiente de mi, no creo que sea eso, si ni siquiera yo soy capaz de aguantarme a mi misma.
Ya se lo que quiero, quiero irme lejos, una semana, lejos de Madrid y de la ciudad... pero no hay posibilidad de ello. Lo más parecido que me dejarían hacer no me satisface, habrá que buscar un pequeño rincóncito en una gran ciudad.


Tu pasado te condena

Esquizofrenia crónica

Hoy os presento mi vena esquizofreniaca. Son las 6 de la mañana, no hay un alma por la calle, en mi casa todo el mundo duerme (a pesar del extremado jaleo que he sido capaz de montar en segundo). He dormido escasas 4 horas, por no decir menos. Hace mucho calor, demasiado para poder dormir. A mi lado se encuentra el único zumo fresquito que había en la nevera, y lo peor de todo, ¿sabeis por qué estaba en la nevera? porque LLEVA PIÑA!,odio la piña!, está asqueroso!
Por otra parte llevaría más o menos media hora pensando donde podré haber metido un libro, y estoy llegando a la conclusión que un día se canso de mi y decidio abandonarme, Melissa P. me ha abandonado, se ha escondido, ha huido de esta vena mia, la doy miedo, pero no la voy a dejar huir, os aseguro que la encontraré... si no fuera porque hasta dentro de 4 horas no podré entrar en mi habitación; aúnque no lo creais respeto a la gente que duerme aúnque yo no lo haga xD.

Ssshhhhh, no conteis a nadie mi vena esquizofrenica que yo creo que en mi casa ya están asustados con las cosas que digo; tengo a mi madre obligada a mirar por la ventana a las 22:00 en punto, cosa que en dos días aún no lo he conseguido, y como aún no sabe la razón aunque no lo reconozca creo que está asustada, pero poco a poco va imaginandose lo que va a pasar cuando por fin mire por la ventana y diga: Ohh Elena, ya he mirado por la ventana, y ¿a qué no sabes que ha pasado? NADA!!!



ESCUCHANDO... Las agujas del reloj de mi casa, un reloj antiguo de cuco ¿a que da miedo? xD

PD: ¿Sabeis lo mejor de todo? Hoy debo de hacerme esas fotos de carnet que marcarán todo el año que viene!!! Para el instituto, para el abono transporte, para la Escuela de Idiomas... que bien, ya solo me queda que tenga que renovar el DNI y no lo sepa y también tenga que poner la foto que me haga!!!

Quiera o no... parte de mi vida

Aún es pronto, pronto para alguien que no tiene nada que hacer, para buscar algún pequeño entretenimiento con el que matar el tiempo. Pero Madrid ya ha despertado, el sol a salido y a pesar de no verse a mucha gente paseando por sus calles la gente está levantada, todos ellos por algún motivo.
Mi único motivo es la desesperación de pasar tantas horas tirada en un mismo sitio, reconozco ser noctambula y madrugadora, algo un poco dificil de llevar si no estás acustumbrado, pero parece ser que lo llevo en la sangre; por más que intento eliminar la faceta de madrugadora no desaparece. Me quedo tumbada en la cama viendo como pasa el tiempo, el silencio, pero no puedo dormir; entonces llega el momento de levantarse, cuando todo es imposible y rompes ese silencio sepulcral que te rodea.

Reacia atmosferica

Estoy reacia, reacia a mi, reacia a lo que me rodea. No me gusta nada, siempre buscando el lado bueno de las cosas menos hoy. Es simple indiferencia.
No estoy ni bien ni mal, simplemente no se que hacer, veo pasar las horas sin nada que hacer; pensando en todas aquellas cosas que hace 1 semana dije que haría y ya no se me ocurren.
Por otra parte también pienso en lo que es Madrid, una pequeña incomprendida como yo me hizo verlo ayer, es capaz de enamorarte en un segundo pero también es capaz de ser aborrecida. Demasiado caos, pero es un caos al que le coges cariño y no quieres abandonar.

No quiero escribir, no tengo nada que contar.

Nada sirve

El tintineo de las llaves fue el último sonido que paso por mi alrededor durante varios minutos. Entro sin mencionar palabra, pocos minutos después resuena una voz que pronunciaba algo parecido a mi nombre, no hice caso, se volvió a repetir varias veces. Contesto con un monosilabo casi imperceptible.
Gritos alrededor de las pequeñas palabras que se cruzaron.
Suena una extraña canción que me indica que me llaman, rompe ese silencio extraño que me rodeaba.
Lo único que me queda por decir es que tengo miedo.

Reflejo

El agua caía por mi cuerpo rozandome, mientras yo insensible ni lo notaba, era un murmullo ajeno a mi. Pensaba sin entender nada, ¿donde me encontraba en ese momento? ¿por qué sentía que ese no era mi cuerpo? ¿por qué sentía que esa no era yo? Tal vez debería mirar un espejo a ver si soy capaz de reconocerme a mi misma, hace demasiado tiempo que no lo hago; es posible que haya cambiado tanto que ni me reconozca.
Todos piensan y hablan, pero hay cosas que no se ni yo ¿como pretenden saberlo ellos?

ESCUCHANDO... Piratas - Te echaré de menos

Palabras que ya no importan

Estoy cansada, cansada de llegar a casa y escuchar siempre los mismos gritos que hace mucho tiempo dejaron de significar algo para mi. De no entender porque intentan retenerme aquí, buscar pelea y no dejarme vivir.
Todo eso ya no me importa, la gente que me conoce sabe que no importa, si en algún momento llegaron a hacerlo esos momentos volaron y no volverán.
Pienso que no me importan, pero si que influyen. Todos los años esperaba que llegase el verano por si por fin conseguía ir a Holanda, este año es diferente. Por mi cabeza no pasa irme a Holanda después de 7 años intentandolo. Solo para buscar trabajo y salir de mi casa por algún motivo que no puedan impedirmelo. Es mi vida y decido yo.



{Y ahora grita, explica y si no sabes que decir di: lerire rire rire rirerara}

Escapé!

Hoy ese pajarillo debía de salir de su jaula, sería el último día. Pero no ha sido así, hasta el jueves deberé de seguir estudiando.
Últimamente lo único que busco son cambios y más cambios. He cambiado el sitio de estudio, se acabo esta habitación donde tantas cosas pueden hacerse y empezó esa gran habitación llena de libros llamada biblioteca, concretamente en la biblioteca del Nicolas Salmeron, es pequeña y tranquila.
Solo queda un examen, uno nada más. Pero parece que ya no quiero seguir, quisiera terminar ahora mismo y salir a andar, sin rumbo fijo y con ganas de no hacer nada.

Pero tal vez lo peor que me ha pasado en esta semana de examenes no han sido los examenes. Parece absurdo pero es verdad. Pensé en terminar con todos los comodines, empezar desde cero, pero no tengo valor para ello. Cerré los ojos e hice un rato el imbecil, pensando en lo que deseaba, deseaba que terminara ese momento, deseaba irme de allí; aún así no lo dije, simplemente adelante el momento para marcharme con la excusa de que tenía que estudiar.
Hoy parecía que tenía las mismas posibilidades de ocurrir, pero esta vez gané yo, huí. Sin darse cuenta de nada cambié mi rumbo, fue mi oportunidad.

Un pajarillo en su jaula

Después de una de esas maravillosas mañanas que consiguen evadirte de la realidad vienen los momentos que preferiría no vivir.
Por la mañana junto a Hada Gris un cambio radical después de 1 hora en la biblioteca: Parque del Retiro con patines, mucho sol, mucho cansancio... pero al fin y al cabo jamás volvería atrás en el tiempo para quedarme en la biblioteca.
Hora de comer, no me dejan comer en la calle tirada en el cesped. Entro en estas 4 paredes de las cuales no he vuelto a salir. Necesito salir, no puedo leer el libro, no soy capaz de estudiar en estos momentos; una tarde enfrente de un libro sin haber leido un solo parrafo. Pensando, pensando y pensando... nada peor podría haber hecho. Junto piezas y más piezas y me doy cuenta de por qué hará poco menos de un mes hice lo que hice, sin realemente buscarlo. Le encontré el sentido, se lo que buscaba y no buscaba, un puro capricho que no sirvió para nada, solo para aguantar un par de días más en la realidad, sin ser capaz de volar, de desaparecer.
Dentro de poco desapareceré, sin dejar rastro, durante un día, una tarde, no mucho tiempo, nadie lo notará, solo yo. Es facil encontrarme, el mismo sitio cada vez que necesito desaparecer me espera, un sitio cada vez más concurrido, pero aún así es mi sitio y puedo pensar sin miedo, vivir en una pelicula, en mi pelicula, por unas horas.

La muerte de la filosifía

Hoy ha sido el primer día de la primera semana de examenes de mi vida.
Stress, stress y más estres; nervios, nervios y más nervios. Solo quedan 10 minutos para el examen, la adrenalina sube. Pasa el tiempo, fin del examen, ya no se puede hacer nada más, todo ha pasado.
Los nervios disminuyen pero no desaparecen. Cada segundo que pasa empiezas a pensar en el día que te queda y los nervios resurgen. No importa, hay que aguantar hasta mañana donde dos examenes me esperan; con estos examenes no correrá tan buena suerte, es demasiado y no podré con ellos... o tal vez si, el tiempo lo decidirá.
Ese camino que tenia que hacer para volver a la habitación en la que tantas horas paso pegada a un libro tras otro me espera decido hacerlo a pie. Si, no me sobra el tiempo, pero solo podía andar ó gritar, necesitaba olvidar antes de volver a recordar.
Ya queda uno menos, Filosofía se acabo para dejar paso a Economía y Lengua.

ESCUCHANDO... Mastretta - El último habitante del planeta

No se que hago ni donde me encuentro. Parece que todo lo conocido desaparece bajo una espesa niebla.
Parezco haber decidido que no quede ser vivo en mi cuerpo, que todos mueran cuando más los necesito, que se desvanezcan las pocas neuronas que a estas alturas podían sobrevivir. Pero tal vez no sea lo que más necesito en este momento, sino que lo que necesito es algo o alguien en lo que apoyarme para no caerme cuando tropiezo, cuando estoy cansada o cuando tal vez necesito el silencio. Aún así cada momento que paso fuera de esta casa parece ser lo mejor, olvido todo y disfruto del momento, de los amigos y de todo lo que se pueda esperar de unas fiestas.

K.O.

La cuenta atrás ha empezado, cada vez falta menos. Por momentos me siento más insoportable para la gente que me rodea por mucho que intento evitarlo. Tal vez no tan insoportable para los extraños, pero si para todas esas personas que tantas horas pasan conmigo.
Me despierto con ganas de acurrucarme en una esquina tras la oscuridad y desaparecer un par de horas. Que nadie sepa donde estoy, olvidar las cosas malas que debido a los nervios salen a flote con total facilidad, como una gotita de aceite en un vaso de agua.
Repito vez tras vez esa palabra que tantas veces me han dicho, simplifica, pero no me resulta nada facil. Las horas pasan como segundos, y los días como horas. No queda tiempo y la gente espera más de ti de lo que puedes dar.